ERP: 

Contar con un ERP nos permite controlar todos los flujos de información que se generan en cada ámbito de la empresa. Entre otros, el objetivo del ERP es integrar y automatizar todos los departamentos de la organización. De este modo, los ERP suelen estar integrados por diferentes módulos, correspondientes a cada departamento.

En cuanto a la gestión administrativa de abonados, ejecuta procesos como mantener una facturación recurrente automatizada, generación de remesas y envío de facturas online a clientes. Además, lleva a cabo una contabilidad automática, con posibilidad de crear informes que ayuden a los directivos a tomar decisiones de gestión acertadas o el control integrado del almacén. Son procesos que nos facilitan el trabajo.

En el ámbito comercial – marketing, podemos asegurarnos la existencia de una única base de datos centralizada donde se gestione la información en tiempo real y con eficiencia para todos los interesados. También podremos realizar una gestión avanzada de los procesos de venta, monitorización de campañas de marketing y tratamiento inteligente y automático de datos, así como la integración con gestores de correo electrónico, perfiles de redes sociales, etc.

Definitivamente, un ERP ayuda a las empresas a realizar distintas tareas y a tomar decisiones, automatizando todos sus procesos. Gracias a ello, podemos obtener datos en tiempo real, mejorar tareas de back office, controlar flujos de trabajo y minimizar errores. A veces, la planificación de recursos empresariales suele resultar tediosa, pero con un software ERP puede llegar a ser automática.

Las empresas que ya saben qué es un ERP y que disponen de él, sin duda, están en ventaja con respecto a sus competidores que no lo utilicen. Estas serán capaz de automatizar sus procesos, tendrán un mayor control sobre lo que hacen y podrán utilizar la información de forma eficiente. Ya no se trata de resolver problemas, sino de adelantarse a ellos y evitar que aparezcan.